Redes sociales destruyen relaciones amorosas

Actualmente unas de las mayores preocupaciones de las personas con pareja son las múltiples redes sociales que existen, ya que con ellas se puede llegar a lo mas terrible para muchos que es la infidelidad.

Páginas web como Facebook, Twiter, Hi5, entre otras son las culpables de alguna manera a que se comentan este tipo de cosas. Los usuarios normalmente entran por curiosidad pero aquí es donde entra el vicio, el querer saber más, el conocer a gente de diferentes lugares, el distraerse y salir de la rutina, y cambiar un poco lo que es el entorno. Aunque parezca mentira gracias a lo mencionado y muchos otros factores se han llegado a destruir hogares en donde todo iba bien y de la noche a la mañana la relación cambia rotundamente.

Según estudios por medio de encuestas realizadas se dice que de 100 parejas 20 como mínimo terminan separadas o divorciadas en el lapso de 1 año.

Por medio de un estudio se ha sacado un porcentaje sobre los usuarios de redes sociales que son los siguientes:

• El 70% de los participantes son solteros
• El 80% tiene entre 12 y 35 años
• El 59,5% son hombres y el 40,5% mujeres
• El 45% trabaja y el 48% tiene es estudiante
• De estos estudiantes, el 32% está en la universidad, el 32% está en el secundario y el 9% terminó su carrera

Según Fausto Sosa un experimentado abogado de Texas dice que en su práctica ya comienza a ver un buen número de casos donde las parejas quieren divorciarse porque uno de los dos descubrió una infidelidad a través de las redes sociales. "De hecho cuando llegan clientes con un caso de divorcio, una de las preguntas básicas que se hacen es en relación al uso de las redes sociales y en especial del Facebook, tenemos que saber el perfil de ellos y lo que han puesto en sus muros o espacios para saber si les puede perjudicar en su caso”, indicó el litigante.

Por último expertos en psicología dicen que uno de loas factores por los cuales las personas buscan refugio en otra es la falta ce comunicación, y aconseja que antes de entablar una discusion o una polémica hablen sobre lo ocurrido para que así no hayan mal entendidos.

Autoridades regionales buscan frenar el embarazo en adolescentes

El Fondo de Población de Naciones Unidas pide fortalecer las políticas públicas al respecto.

En la firma del pacto andino de prevención del embarazo adolescente, Marcela Suazo, directora regional del Fondo de Población de Naciones Unidas, hizo un fuerte llamado para frenar este problema.

Medellín fue la sede de una cumbre regional en la que seis países andinos (Colombia, Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela) hicieron un corte de cuentas a sus planes de prevención del embarazo adolescente y plantearon los desafíos para contrarrestar este problema.

La hondureña Marcela Suazo, directora regional del Fondo de Población de Naciones Unidas, insiste en la necesidad de fortalecer las políticas públicas con miras a frenar el embarazo adolescente, no solo para evitar que se sigan frustrando proyectos de vida sino para poder romper con los círculos de pobreza del continente.

¿Cuál es el panorama de la región frente a este tema?

Es preocupante. Uno de cada cinco niños que están naciendo es hijo de una madre adolescente; el 60 por ciento de estas madres adolescentes o embarazadas viven en condiciones de pobreza. Además de seguir en esas condiciones, pierden entre 1,8 y 2,5 años de escolaridad, lo cual pone una barrera al desarrollo de proyectos u oportunidades que les permitan insertarse después al mundo productivo.

¿Qué tan cierto es que las adolescentes se embarazan porque quieren?

Esa es una de las grandes preocupaciones. No obstante, en una investigación reciente preguntamos si el embarazo era el objetivo de haber tenido una relación sexual, y solo el 2,5 por ciento afirmó que esa relación ocurrió con el objetivo de una maternidad.

¿Qué posibilidades tiene una madre adolescente de no ver frustrada su vida?

Muchas de estas adolescentes regresan con un nuevo embarazo al año siguiente de haber sido madres. Y cada embarazo adicional se refleja en la pérdida de, al menos, un año de escolaridad. Se necesitan políticas integrales que permitan hacer intervenciones dirigidas a lograr que, tras un primer embarazo, las adolescentes puedan seguir estudiando y edifiquen un proyecto de vida. La meta es que esos bebés salgan del círculo de la pobreza.

Usted insiste en que el embarazo adolescente no solo frustra vidas...

Claro, de hecho tiene que ver con el desarrollo social de nuestros países; seis de cada diez embarazos se desarrollan en condiciones de pobreza. Eso no sólo frustra proyectos de vida sino que perpetúa los círculos de pobreza. Estas jóvenes van a tener menos oportunidades de contribuir y de generar ingresos para ellas y para sus países; la mayoría sigue en la pobreza y sus hijos también.

¿Cómo orientar a los jóvenes frente a este tema?

Es muy importante un abordaje intersectorial, un proceso de formación desde la escolaridad en todo lo relacionado con el desarrollo biológico y la toma de decisiones responsables. Es un hecho que la población joven es cada vez más sexualmente activa.

¿Cómo está Colombia frente a este tema?

Al igual que el resto de países andinos, ha venido mejorando sus indicadores, aunque aún hay todo por hacer. En Medellín, por ejemplo, los esfuerzos han permitido reducir el 6 por ciento de embarazos adolescentes en cinco años. Comparativamente en la región, desde 1975 hasta el 2005 (30 años) se logró reducir ese mismo porcentaje. 

Las cifras de la Región Andina

- Una de cada siete adolescentes en la región andina es madre o está embarazada.

- Un 11,4 de madres adolescentes vive en situación de indigencia.

- Más de la mitad de madres adolescentes ha sido víctima de algún tipo de violencia.

- El 50 por ciento de los bebés de madres adolescentes tiene más probabilidades de morir que los hijos de las mayores de 20.

- El riesgo de morir de una adolescente de morir durante el embarazo, parto o posparto, es cuatro veces mayor que en mujeres mayores de 20 años.

- Aunque la fecundidad en el área andina se redujo en un 30 por ciento en las últimas tres décadas, sólo se redujo un 6 por ciento entre adolescentes.

Trastornos depresivos en niños y adolescentes Santiago Estrada

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